Hoy Dios me ha permitido llegar al día de celebrar a mi primer princesa, que ha llenado de alegría y fortaleza mi vida. Dios multiplique todo lo que tu amor me ha enseñado con bendiciones y continúes siendo esa alma llena de gozo.
Si existiera una mañana en el que ya no estemos juntas, recuerda que aunque estemos separadas siempre contarás conmigo! Y recuerda: “Nuestro destino vive dentro nuestro solo ahí que ser valiente para verlo”
Y pensar que te cargaba en mis brazos el día de ayer, tan rápido 15 años, como si de arriba nos dieron demasiado como un regalo que no esperábamos, ojalá pudiera pedirte que no crezcas más y siempre ser nuestra pequeña.